Educación en la antigua China
La
arición y difusión del pensamiento de Confucio, en el siglo VI a. C., divide la
historiapa de China en dos grandes etapas. La época preconfuciana, desde los
orígenes de esta cultura asiática en el siglo XV a. C., estuvo marcada por las grandes
dinastías Chang y Chou, así como por el feudalismo como estructura social y
política. Confucio no fue un personaje aislado en la historia china, pertenecía
a la escuela de pensamiento "los Letrados" (siglos VII -III a. C.),
que tuvo sus mejores representantes en Confucio y en su discípulo Mencio (siglo
IV a. C.). A grandes rasgos, esta escuela y, por tanto, el confucianismo, se
caracterizan por un abrumador sentido burocrático, por la defensa de un orden
social y moral basado en la autoridad, la jerarquía, el conservadurismo, el
formalismo ritual y el pragmatismo. Caracteres que dieron lugar a un modelo de
conducta propio de las gentes de aquel país que destacan por su paciencia, su
cortesía y por lo meticulosos que eran.
Además
del pensamiento confuciano, el pueblo chino tuvo otra gran corriente de
pensamiento que fue el taoísmo, aunque no tuvo consecuencias en el terreno
educativo. El confucianismo y su visión del mundo determinan las
características, los objetivos y los contenidos de la educación en la antigua
China hasta bien entrado el siglo XX y hasta el gran cambio cultural, social y
económico que supuso la revolución marxista y el largo gobierno de Mao Zedong.
En la concepción clásica, el cosmos se articula en la armonía del Cielo, el
Hombre y la Tierra; el Emperador, que recibe el Mandato del Cielo, vela por el
mantenimiento de este equilibrio.
El
maestro debe ser un "Junzi" moral, un hombre superior, cuya
inteligencia, honestidad y virtud lo diferencian de la mayoría. Se mostrará
afable en el trato con las personas, pero sin perder la fuerza de sus
conocimientos y opiniones, se alimentará y vivirá de manera frugal y sencilla.
La
educación comprenderá, por tanto, un ámbito fundamental: la formación moral, y
otros dos que la completan, como son la intelectual y la guerrera. Para
conseguir los objetivos morales se enseñan dos disciplinas, la música, porque
conmueve el interior de la persona y le crea serenidad, y las ceremonias, que
regulan la conducta exterior y otorgan elegancia a quien se ejercita con esmero
y rigor. Las prácticas militares comprenden el manejo de carros de combate y el
tiro con arco. La formación cultural se centra en el aprendizaje de la
escritura y de las matemáticas.
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